El proyecto de apertura de la Taverna D’Origen consiste en la adecuación de un local existente para su uso como establecimiento de restauración. El cliente encarga al estudio todos los trámites necesarios para solicitar la licencia ambiental. Para ello redactamos los proyectos de actividad y de las obras necesarias para tal fin. Anteriormente en el local existe una cochera con un pequeño cuarto de baño. En el proyecto todo se reforma, manteniendo tan sólo la estructura, y teniendo muy presente que se sitúa en una vivienda familiar, con lo cual el aislamiento acústico adquiere un papel fundamental.
Durante la obra, el primer paso es adaptar el acceso para hacerlo accesible, al existir un desnivel entre el exterior y el interior. Se ejecuta una rampa según normativa y se cambian las carpinterías por otras adaptadas. Posteriormente se modifica todo el saneamiento y la fontanería existentes, construyendo dos servicios higiénicos diferenciados por sexos y también adaptados, y todas las instalaciones de la barra y la cocina. A continuación se procede a aislar acústicamente el local, utilizando aislamiento acústico tanto en paredes como en techos y cubriendo todo con un doble panelado de placas de cartón-yeso, que se separan de los cerramientos mediante bandas elásticas perimetrales, para evitar la transmisión de ruidos y vibraciones a los locales colindantes. Para finalizar, se colocan las instalaciones eléctricas, las de extracción y renovación de aire en cocina y aseos, y la climatización empotrada en el falso techo.
Para la decoración, realizada en colaboración con el cliente, se ha optado por darle una imagen moderna, predominando el color blanco en paredes y techos, que dota de luminosidad e higiene al local. Para los suelos se elige un color gris ejecutado mediante una fina capa de microcemento continuo que sube por los elementos verticales en la barra y los aseos, y que funde el plano horizontal con el vertical diferenciándose mediante el uso de una variada gama cromática. En la zona de cocina se coloca un alicatado que mezcla los colores blanco y azul, rompiendo la monotonía de la sencillez blanca y otorgando calidez al lugar de trabajo. El mobiliario y la decoración terminan fusionando lo antiguo y lo moderno en el restaurante, generando un conjunto predominantemente neutro que no resta protagonismo a lo más importante de un restaurante, la comida.